martes, 17 de junio de 2014

Puro Marketing: Cómo un mal cambio de branding puede dañar una marca

La marca es el principal activo de cualquier organización. Por ello los cambios que se realizan en sus manifestaciones visibles tales como el logotipo, el packaging o cualquier otra aplicación, debe ser consecuencia de un riguroso proceso que garantice que los cambios van a ser bienvenidos por parte del consumidor. Este artículo que reproducimos de Puro Marketing es muy ilustrativo y nos habla de éxitos y fracasos en el proceso.

Uno de los momentos más sensibles para una marca es el momento en el que deciden cambiar su imagen corporativa. El logo, la imagen de marca y hasta el packaging que han usado hasta el momento - y al que los consumidores se han acostumbrado y al que muchas veces han aprendido a querer - debe ser modificado. Posiblemente, los responsables de la marca quieren darle un aspecto nuevo, refrescar su imagen o llegar a nuevos nichos de mercado.

A veces, un lavado de cara consigue mejorar las posiciones de la firma, renovar su compromiso con los consumidores o llegar a donde hasta ese momento no había llegado. Otras veces, sin embargo, el cambio de branding es solo el primer paso para la tragedia. En el proceso de cambio lo único que la marca consigue son críticas, incomprensión y a veces hasta una caída de las ventas, porque olvidan lo básico y se dejan arrastrar a varios errores en rebranding.

Happy Meal. El menú infantil de McDonald's tiene una identidad corporativa muy clara, que incluso se ha convertido en un elemento internacional: Una caja de cartón, decorada con los elementos asociados a la promoción de turno (y hasta la promoción de turno se ha convertido en algo por lo que los consumidores esperan), con una forma siempre igual.



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